domingo, 20 de abril de 2008

Medicamentos y seguridad

Según figura en el diccionario, la palabra seguridad se refiere a "ciertos mecanismos que aseguran un buen funcionamiento". Pero, no siempre la administración de un medicamento produce la respuesta beneficiosa esperada.

¿Cuáles son los factores que pueden modificar el comportamiento de un medicamento?

El prescriptor - el profesional de la salud autorizado para indicar un medicamento -, la estabilidad de la droga y las características de los envases, son los elementos fundamentales que influyen sobre el éxito de un compuesto farmacológico. De esta manera, la evaluación incorrecta del paciente y el desconocimiento de la farmacología pueden originar desviaciones como la prescripción extravagante, sobreprescripción (dosis elevadas), subprescripción (dosis bajas) y prescripción múltiple (indicación de varios medicamentos), que seguramente no provocarán la respuesta esperada y debe plantear una reevaluación.
La estabilidad de un producto farmacéutico puede ser definida como "la capacidad de una fórmula, en un envase cerrado, para permanecer sin alteraciones físicas, químicas, microbiológicas y terapéuticas, en un tiempo determinado".

El concepto de calidad de un fármaco incluye dos características fundamentales: eficacia y seguridad.
La eficacia se define como la capacidad de un medicamento de producir la acción terapéutica deseada en tiempo y forma.
Se dice que un medicamento es seguro en tanto los riesgos que tiene para el paciente resultan aceptables en términos de la relación riesgo-beneficio.
El vencimiento de una droga es "el tiempo, durante el cual, la preparación farmacéutica puede mantenerse estable cuando se respetan las condiciones de mantenimiento recomendadas".
Los eventos dañosos que alteran la estabilidad de una droga, ocasionan fundamentalmente, disminución de la actividad terapéutica y aparición de sustancias tóxicas formadas por la degradación del producto durante su almacenamiento.
Existen diversos factores, no dependendientes de la composición química de un medicamento y que pueden alterarlo, por ejemplo:
  • Calidad de la materia prima.
  • Procedimientos en la elaboración.
  • Calidad de los aditivos.
  • Envasado.
  • Almacenamiento.

El calor, la luz, humedad, el ultrasonido y la radiación ionizante, pueden iniciar o acelerar reacciones químicas pudiendo producir incompatibilidad de los diferentes componentes de un producto farmacológico, aumentando el índice riesgo / beneficio a favor de la morbi-mortalidad.

De esta manera, para proteger a las soluciones fotosensibles (aquellas que son alteradas por la luz), se utilizan vidrios coloreados en los envases, por ejemplo: el color ambar el la mejor protección contra las radiaciones ultravioletas pero no para las infrarrojas.

La energía ultrasónica, facilitan la formación de radicales libres (elementos químicos que interactúan con los tejidos biológicos) y alteración molecular del fármaco.

Ciertos productos farmacéuticos son esterilizados por radiación ionizante, particularmente por rayos gamma. Las dosis normales de esterilización producen una importante degradación química.

La estabilidad de un fármaco también depende del envase y sus características, debido a que va a estar en contacto con el. Por lo tanto el material que lo compone no debe interactuar física o químicamente con el producto. El vidrio, plástico y/o metales son los componentes más utilizados para la fabricación de envases.
Es importante para el mantenimiento de la calidad de un medicamento, es la conservación de sus propiedades químicas y terapéuticas a lo largo de todo el período que está en el mercado. Deficiencias en los sistemas de conservación, por ejemplo: ruptura del ciclo de frío o la calidad de los envases utilizados, pueden ocasionar alteraciones en la estabilidad de un fármaco.

Los laboratorios ejercen controles de calidad pos-venta para constatar fallas en la conservación y evitar que errores en la misma lleven al profesional a culpar injustamente al medicamento.

Los profesionales a su vez, deben ejercer la fármaco-vigilancia y comunicar a los fabricantes aquellas acciones de los medicamentos que se aparten de lo esperado.
En conclusión, la fabricación de un fármaco lleva una serie de pasos que deben ser efectivamente controlados por quienes lo producen. Pero es también fundamental que el médico preste suficiente atención al almacenamiento y conservación para evitar alteraciones del producto terminado, que pueden llegar a modificar la eficacia y seguridad de la droga con consecuencias desagradables para el paciente y jurídicas para el profesional que las utiliza.

Eduardo A. Casini

"Que sencillo sería mi trabajo si yo dedicara tanto esfuerzo a mejorar su calidad, como el que he dedicado a encontrar excusas para no hacerlo en la forma adecuada."

Og Mandino

lunes, 31 de marzo de 2008

¿Cuánto vale el oído?

¿Tanto vale la diversión que hay que exponer nuestro oído a tantos decibeles?
Si se supiera lo mal que hace la alta presión sonora al oído, ¿tanta gente se expondría a la música en boliches, recitales, auriculares, hasta en la propia calle…? o ¿pasaría lo mismo que con otras cosas tanto o más perjudiciales para la salud?

Definimos a la presión sonora instantánea como: “La variación de la presión barométrica o estática del aire causada por una onda sonora.

¿Qué le ocurre al oído cuando el nivel sonoro se incrementa en forma excesiva?

Ante la presencia de un sonido intenso, ocurre un fenómeno llamado trauma acústico, el cual da como resultado un ensordecimiento temporario o permanente. Esto tiene en cuenta no solo la intensidad del sonido, sino también el tiempo que dura. El problema es de muy difícil análisis dado que el oído humano es distinto al de cualquier animal, por lo que se debe experimentar sobre individuos. Pero se debe tener en cuenta que no es posible exponer a una persona a niveles elevados de ruido, para luego verificar su deterioro auditivo.
No importa la frecuencia del sonido que produce este trauma, dado que el oído se ensordece siempre en la misma frecuencia: alrededor de los 4000 Hz.
Si se mantiene al sujeto con altas intensidades sonoras durante mucho tiempo, también se producen los acúfenos, que son sensaciones auditivas provocadas por la exposición a sonidos intensos. Si la exposición es por poco tiempo, el fenómeno puede ser transitorio y reversible.
En caso contrario, el sujeto quedará escuchando permanentemente ese sonido. Como agravante, se puede llegar a la pérdida del equilibrio y a traumas psíquicos muy graves. (Ingeniero Francisco Ruffa, Prof. de CeArTec).

A partir de este valor en decibeles (dB), se empiezan a sentir los siguientes efectos nocivos:

30 Dificultad en conciliar el sueño. Pérdida de la calidad del sueño.

40 Dificultad en la comunicación verbal.

45 Probable interrupción del sueño.

50 Malestar diurno moderado.

55 Malestar diurno fuerte.

65 Comunicación verbal extremadamente difícil.

75 Pérdida de oído a largo plazo.

110 - 140
Pérdida de oído a corto plazo.

El sonido actúa a través del órgano del oído sobre los sistemas nerviosos central y autónomo. Cuando el estímulo sobrepasa determinados límites, se produce sordera y efectos patológicos en ambos sistemas, tanto instantáneos como diferidos. A niveles mucho menores, el sonido produce malestar y dificulta o impide la atención, la comunicación, la concentración, el descanso y el sueño.
La reiteración de estas situaciones puede ocasionar estados crónicos de nerviosismo y estrés lo que, a su vez, lleva a trastornos psicofísicos, enfermedades cardiovasculares y alteraciones del sistema inmunitario.
La disminución del rendimiento escolar o profesional, los accidentes laborales o de tráfico, ciertas conductas antisociales, la tendencia al abandono de las ciudades, la pérdida de valor de los inmuebles y un largo etcétera son algunas de las consecuencias. No es casualidad que los países y regiones menos desarrollados sean también los más ruidosos.
Ciertos grupos son especialmente sensibles al sonido. Entre ellos se encuentran los niños, los ancianos, los enfermos, las personas con dificultades auditivas o de visión y los fetos. Estos grupos tienden, por razones de comodidad, a estar subrepresentados en las muestras de las investigaciones en las que se basa la normativa sobre sonidos por lo que muchas veces se minusvaloran sus necesidades de protección.

Bibliografía

Gracias a Nico, mi hijo, que es un entendido en la materia.

Para Bernardo, Junior, Visa y... todas las mascotas

Nunca fuimos, ni somos, ni seremos sus dueños, solo compartimos la vida juntos.

sábado, 29 de marzo de 2008

La soja ... Porqué no evaluaron los riesgos?

“La soja es, fue y será un forraje. No es un alimento para humanos. Es una proteína de difícil digeribilidad para los mamíferos, a excepción de los rumiantes. Desde que se aprobó la soja transgénica no se hizo nunca un estudio de impacto que dijera si es o no posible consumirla con tranquilidad”, dijo Darío Gianfelici, médico familiar que investigó el tema.
“Transgénica o no, tiene alta cantidad de inhibidores de la absorción de hierro. Impide la absorción del zinc y otros oligoelementos cruciales para el desarrollo”, explicó. Gianfelici es médico rural, vive en Cerrito, Entre Ríos, y dice que el uso y abuso de soja en comedores infantiles produjo casos raros.
“La soja hace un aporte alto de sustancias homologables al estrógeno, hormona femenina –de ahí que sea aconsejable en mujeres menopaúsicas–. Pero por esto hay niños a los que les crecieron las mamas y niñas en las que se aceleró el desarrollo de los órganos sexuales y se incrementó su riesgo de padecer cáncer de útero, mama, ovarios, epitelio vaginal”, afirmó Gianfelici. El artículo completo es muy interesante: http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=1836


Son diferentes los significados de la palabra riesgo, pero en este caso es " la probabilidad que se produzca un acontecimiento sanitario adverso, con consecuencias que repercutan en la morbilidad y en la mortalidad".
La evaluación y la gestión de los riesgos son tanto de naturaleza política como científica y en la percepción pública de los riesgos y de sus factores, intervienen valores y creencias, así como relaciones de poder y de confianza. Por lo tanto, es importante que al promover estrategias de intervención para reducir los riesgos sanitarios, las autoridades comprendan la diferente percepción que el público general y los profesionales de la salud tienen de esos riesgos (Fischhoff B., Watson S., Hope C.: Defining risk. Policy Sciences 1984; 17: 123-139.)

Tengan presente, señores políticos y profesionales de la salud que " Un perdedor hace promesas, pero un ganador se compromete."